Es evidente que la situación que estamos viviendo en estos tiempos ha dado un golpe seco a toda la sociedad en general, ya que ha provocado que se ponga en duda la realización de la mayor parte de los grandes eventos previstos para este 2020; un ejemplo de ellos son los Juegos Olímpicos, que tenían pensado llevarse a cabo entre el 24 de julio y el 9 de agosto de este año, y que finalmente se harán entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021.

 

Al margen de esto, cabe destacar que el atletismo ha sufrido un cambio brutal tanto en pista como en asfalto. A nivel de pista, han sido suspendidas y/o aplazadas todas las competiciones programadas, planteándose que el campeonato de España absoluto se celebrasen a principio de agosto, pero sin ningún comunicado oficial por parte de la Real Federación Española de Atletismo que lo confirme. Por otro lado, el asfalto también ha sufrido el aplazamiento de varias de sus pruebas más importantes a nivel nacional e internacional, entre ellas destacan los 10K de Laredo,que aún no tiene designada una nueva fecha de realización, y donde Antonio Abadía consiguió correr en 27:47 segundos en 2018 consiguiendo así el récord de España; la EDP Rock ‘n’ Roll Madrid Marathon & ½, aplazada hasta el 15 de noviembre; y la Maratón de Boston, cuya fecha ha sido aplazada hasta el 14 de noviembre.

 

Todo esto lleva a los atletas, entrenadores y a expertos a estimar que la vuelta de las competiciones fuese, en el mejor de los casos, en julio. No obstante, no ponen la mano en el fuego debido a que el hecho de que la pandemia se haya extendido de forma escalonada complica todavía más esa vuelta a la normalidad.

 

Por tanto, lo único que les queda a los atletas y entrenadores es tomarse la vuelta tras el confinamiento como una pretemporada, tal y como si volviesen de una lesión ya que, además de que no tendrán competiciones próximamente, ahora mismo se encuentran trabajando bajo mínimos.