Estirar consiste en realizar movimientos o ejercicios suaves y mantenidos para relajar los músculos, ya que han sido expuestos a un estrés anteriormente en el entrenamiento.
¿Hay alguna franja de edad en la que no sea recomendable estirar?
La respuesta es NO, todos debemos guardar ese tiempo para estirar después de haber entrenado, y más conforme vamos avanzando de edad, ya que con el tiempo, nuestros músculos se limitan en las actividades diarias y, a medida que los músculos se acortan, la calidad de nuestro movimiento se deteriora.
¿Qué no debemos hacer mientras estamos estirando?
- Movimientos bruscos o violentos, ya que éstos nos pueden provocar un desgarro o distensión muscular.
- Fijarnos en la persona de al lado nuestra e intentar imitarle. Cada persona va a su ritmo.
- Mantener la posición durante menos de 5 segundos. Debemos mantenerla unos 30 segundos.
- Estirar el músculo hasta sentir dolor. Tenemos que estirarlo hasta donde notemos un poco de tensión.
¿Influye en algo la respiración mientras estiramos?
Sí, puesto que el hecho de respirar y concentrarnos en ella también, nos ayuda a mantener la concentración en la ejecución de los movimientos y ejercicios. Lo esencial sería inspirar al iniciar el ejercicio de estiramiento y espirar profundamente al acabarlo.
Beneficios de estirar después de entrenar:
- Mayor flexibilidad. Favorece a que los músculos tensos del entrenamiento vuelvan a su estado de manera cómoda y el cuerpo se vuelve más flexible, por lo que esto ayuda a prevenir lesiones.
- Mejora la circulación sanguínea. Tras un entrenamiento intenso tu corazón bombea la sangre a muy alta velocidad (aumenta el ritmo cardíaco), por lo que al estirar el cuerpo se enfría y también ayuda a que el ritmo cardíaco descienda y vuelva a la normalidad. Además, La liberación de ácido láctico durante el ejercicio intenso se interrumpe durante el estiramiento, lo que permite también que los músculos se recuperen y regeneren.
- Elimina el ácido láctico. En el momento en el que comenzamos a entrenar, nuestro cuerpo produce ácido láctico (sustancia producida por el tejido muscular y los glóbulos rojos), lo cual hace que los músculos estén fatigados y doloridos. Por tanto, el hecho de estirar elimina rápidamente el ácido láctico acumulado en el cuerpo y nos relaja muscularmente.
- Previene el dolor. Si estiramos después de entrenar no nos tiene por qué quitar de sentir dolor, pero sí que nos ayuda en gran medida a prevenirlo. No obstante, si no estiramos después del ejercicio físico, cuando tenemos los músculos tensos, tenemos más probabilidad de tener una lesión muscular.
- Mejora el rango de movimiento. Cuando terminamos de entrenar y no entrenamos, nuestros músculos permanecen apretados y no nos permiten usarlos al máximo. Por lo que, si estiramos al finalizar nuestro entrenamiento, estamos aumentando su rango de movimiento y es más probable que obtengamos mejores, ya que estamos utilizando el músculo hasta su máxima capacidad.
